domingo, 7 de noviembre de 2010

manifiesto de geología

Dicen que las rocas somos inertes, que no tenemos vida, que sólo estamos aquí para crear paisaje y para ser clasificadas… pero yo no lo creo, quien dijo eso no nos conocía, no tenía ni idea.
Me llamo Ígnea y soy un granito. Los granitos nos componemos  de muchos  fragmentos :  soy cuarzo, feldespato y mica. Me he ido consolidando lentamente y a muy alta presión…y el sílice tiene la culpa del resultado.
Mi madre, el  magma, me ha dado la raza, me ha dado mi origen, mis coordenadas (0,0,0) de donde procedo, mi carácter duro lo he heredado de ella, pero ella una vez fue fluída y flexible, y eso también se nota.
Un día descubrí el mar, llegué a él por casualidad,  nos encontramos en un límite difuso que aún hoy es imposible definir. Las mareas lo desplazan constantemente por orden de la luna, y ante eso nada más se puede hacer…se convirtió en espuma y desapareció. 
Así que me dejé redondear  por fricción, y me quede callado. Suuuuuuhhhhhhh…que más puedo decir. Me dejaba llevar arriba y abajo por el ritmo marcado una y otra vez,  pero al final fui cogiendo forma.
Y así pasaron los años, el tiempo, el viento, la erosión, el movimiento constante de materia,…  me convertí en polvo y se me fue acumulando el trabajo.  Las rocas sedimentarias somos así, nos pesa mucho el pasado, pero vivimos en el presente sabiendo que tiene los días contados, porque el futuro es ya, fue hace un segundo.
Así que empecé a sentir que me faltaba el aire estando tan abajo escondida.¿ Que hago aquí?, tanta presión a mi no me funciona, no me convierte en diamante, no quiero ser un diamante, son tan,  tan perfectos …y exploté!
Como piroclasto me siento más cómoda. El vacío que hay dentro de mí  me caracteriza, me hace más ligera y a la vez más frágil. Me hace libre, me permite volar. Y  voy a volar por los aires…y a ver donde caigo. Dicen que mirar las cosas con perspectiva es de sabios, pero desde aquí arriba el mundo se ve más abstracto, la información se condensa, y quizás sea eso lo que lo haga parecer más simple. La complejidad es sólo cosa de  humanos.

Para todas las pequeñas rocas que me componen, para  aquellas que han estado a mi lado aguantando el oleaje, las marejadas y algunas veces la presión, para los  fenómenos metereológicos que me han transformado y definido, para el magma que me dio la vida, y para el tiempo que siempre nos da una nueva oportunidad.                                                  
 Nadia.