lunes, 20 de febrero de 2012

La lista de la compra

Cuando entró en aquella gran superficie se aturdió. Por un momento, el pánico escénico casi pudo con su ego de protagonista.

Había repasado la información una y otra vez.
La nevera había sido revisada con ojo clínico, máxima rigurosidad en la letra, y no menos precisión se había puesto para los productos de limpieza.

Esperaba ansiosa su salto en escena, aquel momento que había esperado toda su vida, su gran oportunidad, su razón de ser.

Cuando por fin vio la luz fue demasiado tarde. Las cuentas estaban hechas y lo debido pagado. Todo había acabado para ella.

De repente, se sintió tan perdida!... Se había convertido en una nómada de bolsillo a la que siempre acompañaba una terrible sensación de vacío.

Los guiones, las letras, las palabras,...todo, todo se caía.
Era como si se derritiera la tinta que le había dado vida, y por más que intentara agarrarse a las líneas azules del papel, no pudo salvarse. Era la crónica de una muerte anunciada, la suya propia.

Se había convertido en otra olvidada mas lista de la compra.